jueves, 15 de noviembre de 2012

La percepción y el porqué de la importancia de tener opiniones bien fundamentadas


Porqué es importante tener información contrastada? Porqué debemos de ser críticos ante lo que vemos y escuchamos? Porqué hay que saber separar opinión de ciencia o de realidad?

Muchas veces opiniones que no están bien fundamentadas nos influyen hasta el punto de creer en cosas que distan mucho de la realidad, incluso cuando se basan en el "sentido común". Así se crean los estereotipos, lo que creemos que es "típico". Hay que preguntarse interiormente si de las cosas que nos importan o nos interesan estamos bien informados o nuestra opinión se basa en las influencias de los demás (lo que nos han dicho que es, que ocurre, que sómos, etc.). Si la respuesta es sí, entonces seremos una persona asertiva (ver definición: http://es.wikipedia.org/wiki/Asertividad ) que se preocupa realmente por ir acorde a la realidad, es aquel que no se deja engañar, ni por los demás, ni por él mismo... y que procura, en la medida de lo posible, ser consciente de cómo le influyen las influencias exteriores (que -seamos realistas- siempre nos influirán en menor o mayor medida). Si la respuesta es "no sé", entonces invito a que lean mi artículo.


Influencias internas del individuo
Muchas veces nuestras propias expectativas y conocimientos previos nos influyen inconscientemente hasta el punto de poder desarrollar opiniones que nos inducen al error sobre nuestra autoimagen (esto es, sobre la percepción que tenemos de nosotros mismos) o sobre cualquier percepción e interpretación que hagamos de una situación externa.
El pensador
Auguste Rodin
Percibir no sólo significa "ver, oir, oler, escuchar, notar, etc", la percepción de estímulos externos, conlleva todo un proceso que tiene mucho que ver con la interpretación de las situaciones en las que nos vemos immersos y sobre las cuales opinamos.

Entonces tenemos que preguntarnos què és percibir, y cómo funciona? Antes de responder a eso, hay que explicar lo que es la sensación para entender la diferencia entre los dos procesos.

Sensación: Las sensaciones las experimentamos como
respuesta a la información que recibimos a través de nuestros órganos sensoriales, y consisten en la detección de un estímulo sin que todavía haya sido dotado de significado. Cuando el receptor sensorial (neuronas sensibles a la energía ambiental) de algún órgano  recibe algún estímulo externo, se originará lo que llamamos sensación. Este proceso termina con la transducción: proceso que consiste en la transformación de la energía física del estímulo en energía eléctrica y finalmente concluye con la transmisión de la información del estímulo en forma de energía eléctrica al cerebro a través del sistema nervioso.

Ejemplo simplificado: escuchar música.
1) Ponemos música en el ordenador, que empieza a generar ondas sonoras de distintos grados, tonos, etc.
2) Las ondas sonoras entran por nuestros oidos y esta energía que ahora es física, es captada por los receptores sensoriales sensibles a este tipo de información, que en realidad són neuronas.
3) Las ondas sonoras són convertidas en energía eléctrica (transducción) y viajan hasta llegar al cerebro
 -que todavía no ha interpretado la información-, hasta aquí llega este proceso. En este punto estamos teniendo la sensación de audición.

La diferencia con la percepción es que la sensación se produce primero que la percepción y el cerebro todavía no ha interpretado la información.

Percepción: es el proceso cognitivo que en definitiva nos permite interpretar y comprender nuestro entorno, y por tanto, también tiene una función adaptativa. Pero concretando un poco más, cabe decir que la percepción consiste en el proceso de organizar, elaborar e interpretar las sensaciones recibidas. Una vez interpretados los estímulos visuales transformados en sensaciones, sabemos que lo que estamos viendo se llama "una casa". Entonces nuestros conocimientos previos (experiencias) y expectativas, entran en juego, y toda la información ya existente en la memoria relativa a "casa" se activa, para poder comprender "que es un edificio que sirve para vivir, que la nuestra está en la calle x, etc". No se llega a percibir hasta que el cerebro no ha interpretado la información, un ejemplo de esto pueden ser las personas, que debido a una lesión cerebral en (por ejemplo) la zona que se ocupa de la vista, no pueden ver aunque tengan los ojos y el nervio óptico en buen estado. Realmente se puede decir que vemos, oimos, etc. con el cerebro más que con los propios órganos receptores (oidos, ojos, piel, nariz, etc.). Además, este proceso conlleva una selección de los estímulos a través de el proceso cognitivo llamado Atención. Porque recibimos mucha cantidad de estímulos exteriores y nuestra capacidad es limitada, con lo cual, inconscientemente estamos contínuamente seleccionando aquellos estímulos que són importantes para nosotros y para el tipo de situación en la que nos encontramos.
Un ejemplo bastante ilustrativo es cuando estamos conduciendo. Aquí sabemos que tenemos que estar atentos a que el semáforo se ponga el verde, descartamos otros estímulos igual de intensos y atendemos a algunos otros menos intensos -como escuchar música, que no requieren prácticamente atención- centrandonos más en ese, que es particularmente importante en esa situación. En este ejemplo nuestra expectativa es seguir conduciendo para llegar al trabajo, así que también nuestras expectativas influyen en el grado de atención que damos a ciertos estímulos enfrente de otros.

En una persona que se está sacando el carnet de conducir, este tema se hace especialmente importante, porque lo que normalmente suele ser lo más difícil es la observación, y en realidad, cuando se educa la observación, estamos educando nuestra percepción y la selección de estímulos que son relevantes para conducir (ver al peaton, ver las marcas viales, entenderlas con la suficiente rapidez como para reaccionar a tiempo y no pisar la línea contínua, etc.).

La percepción se produce siempre y en cualquier situación, y es diferente según cada persona, porque cada uno percibe a su manera, tiene unas experiencias y conocimientos previos distintos, la selección de estímulos por tanto será distinta, etc. Aquí viene lo "subjectivo" y filosófico del tema. En este punto nos podríamos preguntar, ¿hasta qué punto es posible conocer la realidad objetivamente ya que cada uno tenemos filtros distintos y percibimos de forma distinta? No sigo por aquí porque me iría del tema, pero dejo la pregunta por si os apetece reflexionar.

De esta manera hemos visto que nuestras expectativas influyen en la selección de estímulos que hacemos, y se pueden dar casos, que sólo veamos lo que queramos ver o lo que nos interesa... esto no importa si estás conduciendo -es positivo en ese caso-, pero y si vemos lo que queremos ver de -por ejemplo-la opinión que tenemos de nuestros hijos? Que al estar tan orgullosos de ellos no nos damos cuenta de que son personas con limitaciones que deben aprender a conocerlas y por tanto a saber tanto en lo que son buenos como en lo que no y aceptarlo, para aceptarse a si mismos y en definitiva, estar bien con ellos mismos ?
Y dicho esto, podríamos preguntarnos... vemos lo que queremos creer? o realmente somos capaces de diferenciar un poco entre lo que queremos ver y lo que realmente estamos viendo?

En resumen nosotros mismos podemos autoinfluenciarnos, de hecho siempre lo hacemos en un proceso tan básico como es la percepción, y hay que estar al tanto, sobretodo con las situaciones más comprometidas que nos inducen más a autoengañarnos para sentirnos bien.

Influencias externas del individuo
Sabemos que nos influyen los medios de comunicación, el márketing, la publicidad, las opiniones de los demás -sobretodo de aquellos que nos importan-, así como las circumstancias en las que nos vemos immersos (perder el trabajo, suspender un examen, etc.).
Atendiendo especialmente a lo que los demás dicen sobre algo y lo que elegimos creer que es verdad o no, hay que poner de manifiesto la diferencias entre opinión y ciencia. La mayoría de veces que alguien hace una afirmación no existe un estudio detrás que realmente diga que aquello que se dice es fiable (también sería de locos hacer un estudio de cada cosa que queramos afirmar), pero tenemos que ser prudentes ante tal realidad, porque quizá damos mucho crédito o demasiado poco a lo que dicen los demás. Ser capaces de medir más o menos correctamente el crédito que damos a los demás y el que nos damos a nosotros mismos suele ir de la mano de estar bien informados sobre aquello de lo que se está hablando o sobre lo que estamos pensando. Y todo esto pasa por la crítica y la contrastación de información, independientemente de  nuestra opinión sobre algo.
Por ejemplo: si nuestra ideologia política es más bien de izquierdas, tenemos que leer periódicos conservadores (que sean de derechas) para contrastar lo que hemos leído en los periódicos que nos gustan. Porque sino, estaremos satisfaciendo nuestras expectativas constantemente, autoreafirmándonos en cosas que posiblemente tengan otra interpretación o punto de vista interesante, y existe la posibilidad que la realidad "pura" sea una mezcla de las dos visiones, y que nos estemos perdiendo la mitad.

Otro tema muy interesante -que se podria relacionar con este artículo- es el de los falsos recuerdos, cosa que se retrata en la película Orígen, con Leonardo Dicaprio (http://www.imdb.es/title/tt1375666/).
Dejo un link por si queréis indagar más allá e informaros de lo que es un falso recuerdo: http://es.wikipedia.org/wiki/Falsos_recuerdos
http://www.agenciasinc.es/Reportajes/Por-que-la-mente-crea-falsos-recuerdos
http://depsicologia.com/cmo-los-falsos-recuerdos-pueden-cambiar-nuestro-comportamiento/