lunes, 10 de diciembre de 2012

La identidad y interacción social

Esta entrada explica qué es la identidad y cómo la construimos. La identidad es un proceso que durante la adolescencia tiene mucha relevancia porque es en ese momento de la vida en el que más nos dedicamos a construirla. Construir la identidad propia es lo que nos hace auténticos, porque es un proceso que cada uno lo hace a su manera y se define a sí mismo. Entraré a explicar las diferentes perspectivas que hablan sobre este tema, explicando a su vez la perspectiva más aceptada actualmente.






La psicologia social / Contrucción sociohistórica de la identidad / Identidad social / Identidad individual

La identidad y la interacción social son fenómenos psicológicos estudiados por la psicologia social -una mezca de dos disciplinas: la psiclogía y la sociología-. La psicología social no puede definir la identidad al margen de elementos como el contexto social, el marco histórico, la estructuración social concreta de una sociedad determinada y el significado o la dimensión simbólica que se genera. De la misma manera que la cultura se relaciona con todo lo mencionado y conforma a su vez las interacciones sociales, la manera de pensar de cada uno (es decir, los valores, las normas sociales, etc).

Des de el punto de vista del construccionismo el entorno modela al sujeto de la misma manera que el sujeto modela el entorno, y las conductas, las identidades, las actitudes, los valores, son productos que tienen una estrecha relación con el tiempo y el sitio en el que se vive.

Este marco -que nos determina hasta cierto punto (porque somos sujetos activos que también influimos en él)- se construye socialmente de manera diferente en cada país y en cada cultura.

La separación entre la identidad personal y la identidad social es un valor social que proviene de la cultura Occidental, en la que la tradición científica y la psicológica son mayoritarias y en que se promueve la idea de que el sujeto debe ser independiente, autónomo, individualista -cosa que en otras culturas no existe y se tiene un sentido colectivo mucho más fuerte-.

La cultura se entiende como el conjunto de tradiciones, normas, simbolos y valores que conforman una sociedad y que se mantienen mediante el aprendizage, la interiorización y la transmisión entre las personas que la conforman.

Hay varios tipos de indentidad dependiendo de como se mire, si lo miramos desde un marco grande: macrosocial, entendemos que existe una identidad social colectiva que nos circumscribe en una cultura y una historia determinadas que heredamos según donde nazcamos y vivamos. La historia de un país deja una herencia simbólica y cultural, a la vez que política y social, y esto -más las instituciones que sustentan el sistema- conforma una serie de normas sociales que fomentan unas actitudes en vez de otras, unos valores en vez de otros, una conductas, etc. Este entramado social, cultural, político e histórico nos conforma como personas en todos nuestros sentimos (biológico, psicosocial, cognitivo).

Desde un punto de vista microsocial el individuo nada más nacer adquiere papeles en cada ámbito de la vida: primera será hijo, luego será estudiante, luego trabajador (ámbito laboral), quizá será padre (ámbito familiar) jubilado, etc. y por otro lado su entorno más próximo (microsocial) estará conformado por las personas que modularan y compartiran con él de forma recíproca sus percepciones, ideas, sentimientos, vivencias...

La identidad social es todo lo que acabo de explicar: yo dentro de una sociedad, mi cultura, mi pais... Por ejemplo, una persona que no ha vivido siempre en un mismo sitio y que de pequeño vivó en Irlanda, luego España y luego Francia por ejemplo, posiblemente desarolle una identidad social menos arraigada en un mismo sitio, y se sienta un "ciudadano europeo". O bien, el ejemplo contrario, una persona que siempre ha vivido en un mismo sitio, que los padres proceden del ese mismo país quizá tiene un sentimiento mucho más patriótico que la persona del ejemplo anterior y su identidad por tanto tenga mucho que ver con su país y su cultura.

Por otro lado cada uno también tenemos una identidad individual, que tiene que ver con la parte más interna de nosotros mismos: nuestro caracter, nuestra personalidad, nuestras opiniones y gustos, las personas que conocemos, etc. Esto es lo que nos diferencia y asemeja a los demás, lo que constituye "nuestra esencia", el quienes somos.

La identidad social y la identidad individual no son realidades separables, sinó que se constituyen mútuamente; y lo han mediante aquello social, cultural y ideológico que es inherente al lenguage que usamos cuando narramos cualquier aspecto inherente al yo. La identidad (englobando todos los tipos), también conocida como el self se construye a lo largo de los años, y sobretodo en nuestra adolescencia. No es algo immutable y estático, cambia cuando ejercemos distintos papeles (como convertirnos en madres o padres) o cuando nos ocurren ciertos sucesos. Hay cierto matiz que diferencia identidad de self. El self es el núcleo de nuestra identidad, y ésta es algo más general que engloba más aspectos, por tanto hay un caracter inclusivo en la relación de estos són conceptos.

La perspectiva fenomenológica y la consciencia de agencia

La experiencia de la identidad está estrechamente liagada a la consciencia que tenemos de nosotros mismos y a la consciencia que tenemos del mundo que nos rodea, del que formamos parte. Para experimentar el "yo" o el "self", necesitamos hacer interpretaciones de lo que pensamos, lo que sentimos, lo que creemos...
La perspectiva fenomenológica hace referencia a esta experiencia que tenemos gracias a la consciencia.
Esta experiencia personal que permite que tengamos una identidad está muy relacionado con la:

Consciencia de agència  es pensar que como persona particular tengo el poder de producir efectos en mi mismo y en los demás. Como sujeto que actua puedo provocar influencias tanto internas como externas. Asociado con esta consciencia de agencia existe el sentimiento de que somos seres libres que podemos elegir. De hecho las leyes promulgan este sentimiento porque asumen que de forma general somos los únicos responsables y los agentes de nuestras acciones, y esto coincide bastante con lo que las personas creemos.

Esto nos hace suponer que efectivamente podemos crear nuestra identidad y somos nosotros que tenemos la batuta de su construcción, pero la realidad es que ni somos tan libres ni tan agentes, estamos determinados hasta cierto punto, porque aunque no nos demos cuenta muchas elecciones que hacemos reflejan una influencia externa (por ejemplo comprar esos zapatos que hemos visto en un anunció de televisión).

Esta capacidad de sentirnos libres, autónomos, etc. proviene de la ideologia liberal y se justifica a partir de la observación de la toma de decisiones en la vida cotidiana a partir de las elecciones sobre los estudios, el trabajo, la eleccion de amigos o de pareja, el sitio donde vivimos, los programas de TV que miramos, los periódicos que leemos, la ropa que llevamos, etc.

La narración que hacemos de nosotros mismos tiene un gran poder, porque es el reflejo verbal de la percepción o interpretación que hacemos de nosotros mismos y de nuestro mundo. Esta narración modela la identidad y tiene efectos concretos sobre ésta. Esta narración depende de la habilidad simbólica que cada uno tenga que le permita interpretarlo todo.

La identidad singular y la identidad múltiple

Parte de la identidad depende del abanico de relaciones que hayamos puesto en acción y de las diferentes situaciones en las que nos hayamos encontrado. Por tanto, a parte de la identidad individual y la identidad social, podemos entender la identidad como múltiple, ya que a la vez ejercemos distintos papeles en los ámbitos de la vida.

La interacción social y la importancia del lenguaje

Parte de nuestra identidad esta conformada por la relaciones sociales que establecemos con las personas de nuestro entorno, lo que se llama "sociabilizar". La interacción social es lo que hacemos cuando sociabilizamos. El proceso de sociabilización es fundamental por tanto para adquirir conocimientos que nos permitan comprender y insertarnos en nuestra cultura y en nuestra sociedad. Uno de los papeles de nuestros progenitores consiste en enseñarnos mediante la sociabilización las normas sociales implícitas e explícitas que existen (por ejemplo, levantarnos para dejar que una persona mayor se siente en el tren). Este ejemplo constituye una norma que en el pasado era implícita, es decir, no lo recogía un listado de normas o se decía y ahora ha pasado a ser explícita (si cogemos un tren vemos siempre el cartelito de las normas cívicas).
En nuestro caso, la interacción social se basa en el lenguaje verbal, que es el tipo de comunicación que más usamos  (a diferència de los animales que su comunicación se basa más en un lenguaje de posturas, gestos, y por tanto más visual u olfactivo).

El lenguage es un vehículo de transmisión de formes culturales y históricas y actua como tal, la cual cosa implica que el investigador/a que estudia la identidad proyecte, con las palabras y expresiones que usa, una forma concreta de entenderla y una idea particular del yo, por tanto no hay ninguna manera de estudiarla más allá de los valores sociales e ideológicos que lo envuelven.

El método científico se encarga por tanto, de tener todo esto en cuenta para que no suponga una influencia negativa que acabe perjudicando una investigación. De hecho actualmente, se combinan las metodologies más quantitativas o científicas y más cualitativas porque se cree que un enfoque multidosciplinario y que combina diferentes metodologias permite una visión más completa de la realidad.

El interaccionismo simbólico: La teoría de Mead


El interaccionismo simbólico inspirado por Mead es otra corriente teórica de la psicología social, del que se desprende una forma diferente de entender el self o la identidad. Esta corriente tiene algunos elementos en común con la perspectiva dramatúrgica de E. Goffman, explicada en el punto anterior, pero también tiene
divergencias importantes.

Desde esta perspectiva, se considera que el self o la identidad no preexiste a las interacciones sociales, sino que surge en el transcurso de éstas, se considera que está constituido por las respuestas de los demás hacia uno mismo y por las respuestas un mismo hacia sí, y al mismo tiempo hacia los demás.
Según Mead (un autor también clásico de principios de siglo), a la percepción que tendremos de nosotros según estas miradas (las cuales construyen mí), hay responderemos haciendo reajustes, modificaciones o cambios según lo consideremos conveniente, según criterios que adoptamos de forma más racional (desde el yo).

Puntos clave de la teoría:

• La identidad es considerada como algo situado y dependiente del contexto, y al mismo tiempo como múltiple, en el sentido que surge en el proceso particular de interacción y de significación del contexto específico en el que tiene lugar esta interacción. La identidad, entonces, es siempre situada y va cambiando según las situaciones en que se manifiesta, por tanto es múltiple.

• La identidad es emergente y no preexiste a las relaciones, sino que surge en el proceso local de las interacciones sociales concretas y particulares.

• La identidad es recíproca, responde en parte a las respuestas que sobre nosotros mismos nos dan los demás. Es por medio de las interacciones concretas que nos vamos definiendo de manera recíproca.

• La identidad es negociada por medio de los ajustes sucesivos que construyen la intersubjetividad o significación compartida. Los otros son mi espejo, pero yo no me conformo de forma total con la imagen que los demás me dan a mí, sino que la ajusto a mi manera de pensar a mí mismo, que a su vez repercute en la interacción con el otro.

• Como siempre venimos de unas interacciones y vamos hacia otras, la identidad es a la vez la causa y el resultado de la interacción social.

Finalmente, cabe decir que tendemos a producir las acciones y los comportamientos sociales que confirman la identidad social que queremos construir y reflejar en los demás. Desde esta noción de self, la comprensión de la vida social no está basada en el conocimiento de los principios psicológicos vinculados al individuo, sino que lo psicológico constituye el resultado del continuo proceso de negociación y conflicto entre las personas. Esta concepción del self hace imposible la comprensión de nuestro yo a partir de la introspección y la reflexión descontextualizadas y obliga a reconocer el rol que los demás tienen en la construcción del yo. En vez de considerar a los individuos como si fueran ellos los que establecen las relaciones, a partir del interaccionismo simbólico, hay que pensar-como manifestaciones o productos de las relaciones.


Bibliografia:

Ibánez, T. et al. (2008). Fonaments psicosocials del comportament humà. Barcelona: FUOC.

Recomiendo encarecidamente esta web: http://www.psicologia.com.es/psicologia_social_discriminacion_y_prejuicio.htm