miércoles, 16 de enero de 2013

La neurodiversidad

En primer lugar voy a definir el término para la gente que lo desconoce. La neurodiversidad es una concepción relativamente nueva (el término fue acuñado hace tan solo 10 años) de la diversidad de cerebros diferentes que existen en una especie.


En la nuestra en concreto, se aprecian diferencias sobretodo cuando se padece un trastorno psicológico, ya que los sistemas de neurotransmisores cambian, y con ello las estructuras cerebrales, incluso desde un punto de vista anatómico. El entorno, gracias a los estímulos exteriores que percibimos también modula nuestro cerebro. Y lo mismo ocurre con la cultura y el sexo al que se pertenezca.



En el libro El poder de la neurodiversidad de Tomás Armstrong (www.ThomasArmstrong.com) se habla de la visión social y científica que se tiene de los trastornos, la cual se fundamenta en lo negativo de los trastornos olvidando que éstos confieren al individuo capacidades cognitivas que pueden ser beneficiosas y todo esto muchas veces depende de la valoración que se haga desde el contexto social en el uno se encuentra. Ese cerebro ideal que se supone normal y con el que se compara el resto en realidad no existe.

Cabe destacar que la sociedad valora unas conductas enfrente de otras, si por ejemplo una persona con TDAH trabajase en una oficina sabemos que su conducta excesivamente nerviosa e impulsiva no concordaría con el tipo de trabajo. Sin embargo si la persona es miembro de una tribu que vive en la selva, posiblemente su atención difusa sea valorada puesto que permitiría advertir la presencia de animales peligrosos. Explica cómo hay que construir nichos o entornos adecuados para que las personas con algún tipo de trastorno puedan desarrollar sus capacidades potenciadas por el trastorno.

Vale la pena ver las diferencias y singularidades de cada cerebro sin ejercer una comparación, desde una visión constructiva y positiva.

Hay que subrayar que de 100 patologías que se conocían, se ha pasado a triplicar el número en muy poco tiempo y esto lo podemos ver en los manuales de psicopatologías de la APA. Claro que se tiene más información de las enfermedades gracias a las nuevas tecnogías como la resonancia magnética o el TAC. Pero en algunas ocasiones se intenta diagnosticar demasiado.

Lo que me gusta de este libro es que el autor sabe englobar todas las visiones sobre su tema y relativiza ilustrándote todos los matices que se derivan del tema. Es muy consciente de que un trastorno es algo que inducirá dolor psicológico e incluso físico tanta a las personas que lo padecen como a quienes están en su entorno. No idealiza los trastornos pero amplifica su visión positiva dándole la vuelta a la tortilla, es decir, a la concepción científica negativa predominante. Además me gusta porque ofrece explicaciones neurológicas de como funcionan los trastornos y es miembro de la American Psychological Association.

Mi propia psiquiatra me advirtió de que muchas veces una persona puede tener un cerebro más sensible al estrés y que tienda a ser impulsiva pero por eso no significa que se tenga una patología. Una persona puede tener símptomas de diferentes trastornos, eso significa que tiene todas esas patologías conjuntas? No tiene porqué y todo depende de cada caso particular ya que no existen dos cerebros exactamente iguales.

Si hacemos el ejercicio académico de ver las cosas desde el punto de vida opuesto al que socialmente se ha establecido, nuestra mente se abrirá a nuevas perspectivas que nos pueden ayudar a comprender a estas personas que tienen el estigma social que conlleva ser un enfermo mental y así, desarrollar nuevas terapias basadas en las capacidades cognitivas que tienen.

No olvidemos que muchos genios de la historia tenían trastornos. ;)